No hay nada más bonito que un cabello bien cuidado: fuerte,
sano, brillante, sedoso e hidratado. El
pelo dice mucho de nosotras. Nos
identifica el corte que llevamos, el peinado que nos hacemos, el tinte que nos
echamos (o no), los complementos que nos ponemos… Cada una puede hacer mil maravillas con su
pelo. Sin embargo, siempre se debe
partir de una buena base y, por eso, en nuestra entrada de hoy, vamos a ver
varios trucos para cuidarlo y mantener un cabello precioso.
Primero, conviene conocer cómo es la estructura de nuestro
cabello para saber cuidarlo. Un solo
pelo está formado por tres capas: la externa se llama cutícula, la intermedia
es la corteza y la interna se denomina la médula. Todas estas capas están hechas principalmente
de una proteína llamada queratina. De hecho, aproximadamente un 91% de nuestro pelo es pura proteína,
formada por millones de cadenas de aminoácidos que se unen por puentes de sal,
hidrógeno y disulfitos.
Con el calor y
la humedad, estos puentes se modifican, lo que nos permite rizar o alisar el
pelo, pero cuando lo maltratamos, estos puentes se rompen, y nos encontramos con
las temidas “puntas abiertas”, el pelo pajoso y un cabello con poca fuerza y
poco volumen.
Pero ahora que tenemos los conocimientos básicos, vamos a
pasar a la práctica. ¿Cómo evitar que nuestro pelo se estropee y conseguir y mantener un
cabello digno de presumir?
1. Lavado
A veces caemos en el mal hábito de lavarnos el pelo todos los días. Obviamente, no queremos tener un pelo sucio y
grasiento. Sin embargo, cuando nos
lavamos el pelo demasiado a menudo, estamos eliminando los aceites naturales
que lo hidratan y esto hace que se reseque y se dañe. Intenta lavarte el pelo como mucho 2 o 3
veces a la semana (día sí - día no, por ejemplo), y recógetelo con un peinado
bonito cuando no sea demasiado urgente lavarlo.
Y si no te queda más remedio que lavártelo, con que apliques y masajees el champú
en las raíces del pelo vale, ya que al aclarártelo la espuma que va cayendo
hará el resto.
Por otra parte, es muy importante utilizar los productos correctos. Trata de comprar champús que no contengan
parabenos y sulfatos, ya que estos a la larga producen irritación en la piel y
en los ojos, además de contaminar el medio ambiente. Cuanto más natural sea, mejor. Conviene usar aquellos productos
específicos para tu tipo de pelo: rizado, liso, seco, grasiento, fino, grueso,
teñido…
También, aplicar un suavizante durante al menos 5 minutos
(mientras te enjabonas o depilas, por ejemplo) después del lavado con champú, ya que ayuda a que tu pelo se mantenga hidratado.
Póntelo solamente en las puntas y, después, acláralo bien para que no
queden trazos grasientos.
Por último, intenta utilizar agua ni muy caliente ni muy
fría, ya que los cambios bruscos de temperatura pueden dañar el pelo. Una temperatura media es lo ideal.
2. Hidratado
Normalmente no basta únicamente con un suavizante
normal. Hacer un tratamiento de
hidratación profunda una vez a la semana hará que tu pelo se mantenga fuerte y
sano. Utiliza una buena mascarilla (echádle un vistazo a las recetas de mascarilla de aguacate) o un
aceite natural (como el aceite de coco, de almendra o de lavanda).
Los pasos a seguir para que sea efectiva son: 1) aplicar la mascarilla o el aceite por todo el pelo con la ayuda de un peine para
asegurar que se distribuya de manera uniforme y no quede ninguna zona sin
tratar, 2) cubrir tu cabello con papel de aluminio, film transparente o con un gorro
de baño, 3) darle durante 5 - 10 minutos con un secador a temperatura media (lo
que activa las partículas que hidratan el pelo – importante lo de cubrir
nuestro cabello con mascarilla al usar al secador porque si no se reseca) y 4) dejarlo funcionar al menos una hora. Si
quieres que el tratamiento sea aún más profundo, déjate la mascarilla por la noche; cuanto más tiempo lo
dejes actuar, más tiempo tendrá para seguir actuando (aunque en las
instrucciones en los productos del mercado sólo ponga entre 2 y 10 minutos). 5) Después, aclara tu pelo con agua templada y,
si has utilizado aceites, aplica dos o tres veces champú para eliminarlo bien.
¡En cuanto se
te seque el pelo notarás una gran diferencia!
3. Secado y
estilizado
El calor y la humedad son dos condiciones que a nuestro
cabello no le gusta un pelo. Intenta
evitar los secadores y las planchas y, si los utilizas, hazlo acompañado de
algún producto que proteja tu cabello de las altas temperaturas.
Procura que tu pelo se seque sólo y, si le quieres dar algún estilizado,
utiliza métodos sin plancha: rulos para los rizos, pinzas para el alisado…
¡como hacían nuestras abuelas! Aunque
podamos tardar un poco más que con las planchas, son métodos totalmente
inofensivos y cuyos resultados duran lo mismo. Merece la pena tener un poco de paciencia.
3. Peinado y corte
Peinarse el pelo ayuda a estimular las células del cuero cabelludo,
lo que ayuda a que no se produzca su caída.
Sin embargo, no es recomendable peinárselo más de 2 o 3 veces al día, ya
que esto lo puede debilitar y dañar.
Otra clave esencial para el mantenimiento de nuestro cabello
es cortar cada 6 u 8 semanas las puntas aproximadamente medio centímetro. Lo podemos hacer nosotras mismas o en una
peluquería. Esto hace que desaparezcan
las puntas abiertas y que nuestro pelo se mantenga fuerte y sano.
5. Tinte
El tinte no tiene efectos positivos más allá que darte la
imagen que buscas con un determinado tono.
Si te gusta el teñido, es importante hacer un esfuerzo adicional para
mantener tu pelo hidratado. Una alternativa menos agresiva para el cabello es el colorado.
Otra opción, si
estás dispuesta a ello, es darle un respiro a tu pelo y dejar de teñírtelo
durante una temporada. Al fin y al cabo,
llevar tu color natural es mostrarte tal y como eres. Créeme, tu pelo te lo agradecerá.
6. Comida y deporte
Por mucho que trates de cuidar tu pelo desde el exterior, si
no llevas una alimentación rica en nutrientes que ayuden a mantenerlo sano, tu
esfuerzo será un desperdicio con el tiempo.
Algunos de
los alimentos que contienen los nutrientes esenciales para el cuidado de tu cabello son el huevo, los frutos secos y la fibra con
vitamina B, las frutas y verduras con vitaminas A y C y los pescados con
omega-3. Son buenísimos para el pelo, ¡y también para las uñas!
Por otro lado, el estrés es uno de los factores que más
provocan el debilitamiento y la caída de pelo.
Trata de hacer deporte y ejercicios de relajación para equilibrar tu
organismo y aliviar el estrés, así como para mantener tu cuerpo sano y fuerte.
Al final, somos una unidad donde todo está interconectado:
si nos cuidamos integralmente, cada parte de nosotros estará en plena forma.
Sigue nuestros consejos y tendrás un pelo sano, un pelo radiante... ¡un pelo pato puk!