Parece
imposible que los pequeños cambios en nuestros hábitos den lugar a una
diferencia realmente significativa en nuestros gastos. Sin embargo, aplicando al menos tres o cuatro
de estos consejos que te vamos a dar para tu vida diaria, notarás un cambio
sorprendente. Unos encajarán más contigo
que otros, asique elije los que mejor te vayan y ¡anímate a probarlos!
18 maneras sencillas de ahorrar dinero
1. Apaga la tele y las luces
¿Cuántas
horas al día ves la tele? Se estima que
el consumo medio de televisión en España es de aproximadamente 4 horas al día. Esto significaría que pasamos unos dos meses
al año sentados delante de la “caja mágica”.
El consumo de energía es brutal y tampoco es bueno para nuestra
salud. ¡Apaga la TV! Ahorrarás electricidad y ganarás vida.
2. ¿Y tú qué coleccionas?
Todos
tenemos cierta tendencia a ir coleccionando cosas que, después de un tiempo,
realmente no nos aportan nada y sólo terminan ocupando espacio en nuestros armarios. Recopila todas esas cosas que sabes que realmente
no necesitas y véndelas por internet en una página de segunda mano o haz un
mercadillo de vecinos. Y más importante
aún, ¡deja de acumular chatarra! La
satisfacción de haberte librado de todo ello supondrá un peso menos en tu vida.
3. Apúntate a las tarjetas de puntos
Siempre que
nos pregunta el dependiente: “¿Tiene tarjeta de puntos?” nos entra ese gran
sentimiento de pereza y respondemos con un “no” automático. Puede que parezca puro marketing (que lo es),
pero uno puede salir bastante beneficiado con las ventajas que ofrecen estos
plastiquitos: descuentos, premios, ofertas… A la larga podemos ahorrar
bastante.
4. Hazlo tú mismo: regala artesanía
¿Quién dijo
que un regalo debía ser algo comprado?
Abusa de tu imaginación y hazlo tú mismo. Velas, bisutería, jabones, lociones, tartas,
decoraciones… No es necesario gastarse un dineral en regalos. ¡La creatividad es una herramienta muy valiosa!
5. Hazte una lista de compra – y
cúmplela
Una buena
planificación de lo que vayas a comprar te ahorrará tanto tiempo como
dinero. Antes de exponerte al inmenso
mar de marketing que se extiende por el supermercado, hazte tu lista de compra
en casa; es ahí donde uno tiene muy claro qué tiene que haber en la despensa y
qué no.
6. Sigue la norma de los 10 segundos
Antes de
lanzar a tu carro de compra cualquier artículo improvisado, detente 10 segundos
y piensa bien si realmente lo necesitas.
Verás cómo se reduce la cantidad de compra en comparación con antes… ¡te
habrás librado de lo prescindible!
7. Domina la norma de los 30 días
Nos
bombardean con anuncios de productos que, a la hora de la verdad, no necesitamos
realmente para ser “un poco más felices”.
Cuando te vayas de tiendas y se te antoje algún capricho, mejor espera
unos días antes de comprarlo y comprueba si lo sigues queriendo tanto habiendo
pasado un tiempo. Muchas veces
utilizamos el comprar como terapia anti-estrés o simplemente un entretenimiento
pasajero… ¡que no se te vaya de las manos!
8. Fiestas en casa
En lugar de
salir por ahí con los amigos, prueba a hacer planes en casa de vez en
cuando. ¡Invítales! Son experiencias
divertidas, más íntimas y generalmente más baratas. Sácale partido a tu hogar, dulce hogar, y que
empiece la fiesta en casa.
9. Divertirse no es caro
Si tienes
hijos pequeños, tienes que saber que éstos se entretienen con cualquier
cosa. No hace falta llevarles tanto al
cine, a parques temáticos… Al final, lo
único que quieren es divertirse. Saca
las pinturas, los periódicos viejos, los juguetes, los disfraces y…
¡Voilá! Ya tienes a un niño entretenido. Lo mismo ocurre con los que somos más
mayorcitos… hay mil cosas que hacer en nuestra propia casa para
divertirnos. ¡Aprovéchalo!
10. ¡Haz croquetas!
Hay niños
en países pobres que darían lo que fuera por ese trozo de pollo que tiras a la
basura o esas patatas que no se ha acabado tu familia a la hora de comer. Aprovecha las sobras y crea nuevos platos
usando tu imaginación. Si la vida te da
sobras… ¡haz croquetas!
11. Deja los malos hábitos: beber,
fumar…
Los vicios
son lo peor: no nos aportan nada (en todo caso, lo contrario) y nos cuestan un
pastizal. Además, en el futuro nos
suponen aún más gastos por nuestra salud, tratamientos, etc. El primer paso es querer dejarlo… ¡anímate y
piensa en las ventajas que puedes obtener a largo plazo!
12. Esconde tus tarjetas de crédito
Tener los
plásticos a mano nos hace caer en la tentación de sacarlos de la cartera y
gastar, gastar, gastar. Déjalos en casa
y sólo cógelos cuando necesites sacar dinero en efectivo. Verás cómo tus cuentas se tranquilizan… y tu
conciencia también.
13. Cancela suscripciones
Esa revista
que ya no lees o ese carné de club en el que ya no participas. Cancela tu suscripción y ahórrate ese pequeño
gasto periódico.
14. Haz ejercicio y lávate las manos
Simplemente
te ayudará a prevenir enfermedades y sus consecuentes gastos económicos en
medicamentos, tratamientos, etc.
15. Utiliza el transporte público
Ahorrarás
en gasolina y te sentirás genial por estar cuidando el medioambiente. Además, podrás aprovechar el viaje para otras
cosas: leer, hablar, desconectar…
16. Échale un ojo a los gastos
telefónicos
Las
compañías nos cuelan ofertas que ni hemos aceptado y, luego, nos pasamos la
vida recibiendo facturas inesperadas.
Estar atento para evitarlo es esencial.
Revisa las facturas y asegúrate de que todo encaja… Tu bolsillo lo
agradecerá.
17. No corras con el coche
Sé legal a
la hora de conducir y evita esas multas que sabes que puedes prevenir. No aparques donde no debes, no rebases el
límite de velocidad. Es verdad que
portarse bien… ¡tiene premio!
18. Paciencia
La clave
para conseguir resultados de verdad es ser constante y tener paciencia. Un proverbio persa dice que “la paciencia es
un árbol de raíces muy amargas, pero de frutos muy dulces”… Compruébalo por ti mismo.
Esperamos que estos pequeños ajustes te hayan gustado. Con perseverancia y alegría no te imaginas lo que puedes llegar a conseguir. ¡Atrévete a intentarlo! No tienes nada que perder...