miércoles, 27 de enero de 2016

Comida para vivir

Las bases de una alimentación sana te las damos en Patopuk.

Para cambiar lo que tienes, debes cambiar lo que haces.
Luis Lubeigt



Es inevitable que  a lo largo del año nos pasemos gran parte de nuestro tiempo pensando en la comida.  Al fin y al cabo, nuestro ocio gira en torno a ello:

"¡Vámonos a tomar algo al bar!"

"El domingo tenemos comida familiar."

"¿Nos tomamos un café y charlamos un rato?"

"La cena del sábado va a ser muy divertida."





Sin embargo, en nuestro día a día, se produce una contradicción, porque a la vez parece que no tenemos tiempo para pensar en lo que comemos.

El trabajo, la familia, la casa, los amigos… ¿Quién no ha querido añadir unas cuantas horas más a las 24 que nos ha dado el día?  De ahí que queramos pasar el mínimo tiempo posible en la cocina (a no ser que seamos unos súper aficionados a “la cuisine”).

¿Cómo hacemos para ahorrar ese tiempo cocinando? Compramos alimentos preparados, pillamos lo primero que encontramos en el supermercado o hacemos “take-away” en algún restaurante barato.

Lo que no nos damos cuenta es que este rápido ritmo de vida es lo que nos lleva a descuidar aquello que le estamos metiendo a nuestro cuerpo, y es precisamente lo que le interesa a la industria alimentaria.  Quieren que compremos sus productos y, para ello, mientras viajamos en transporte, andamos por la calle, vemos la tele… nos bombardean con tentaciones que prometen el placer y la felicidad plena.  Pues bien, creo que muchos deberían replantearse el concepto de ser feliz.


Ahora bien, mientras vamos leyendo esta entrada, vamos a tratar de ralentizar este ritmo acelerado. Detengamos el tiempo para pensar un poco: ¿De dónde viene esto que tengo en la despensa? ¿Y esto de la nevera? ¿Qué tendrá dentro? ¿De qué estará hecho? ¿Por qué procesos habrá pasado?

En esta entrada de Patopuk queremos transmitiros que nos importa tu salud y, para ayudarte, vamos a darte unas pautas para que puedas cuidarte como te mereces.




Cuando comemos algo, en nuestro cuerpo se desencadena una cascada de procesos cuyo último fin es nutrirnos.  Por eso, parece obvio que tengamos que darle alimentos que tengan los nutrientes que necesitamos para estar sanos y funcionar bien, tanto a nivel físico como a nivel mental.

Muchos estaréis pensando que me estoy refiriendo a quitarnos los bollos, las galletas, las chocolatinas, las chuches, los embutidos, los fritos…  Pero siento deciros que ahí no acaba la lista.  Solo basta con mirar la etiqueta de cualquier producto que compramos en el supermercado para empezar a plantearnos lo que comemos: ¿Qué son todos esos números y letras? ¿Cómo es que hay azúcar en las lonchas de jamón? Estas manzanas brillan tanto que no parecen reales.  ¡Pero si pone que hay soja en casi todo!

Tenemos que empezar a cambiar el chip.  Puede que nuestro tiempo sea limitado con todas las actividades que tenemos pendientes en nuestro día a día, pero hay ciertas áreas a las que debemos dar prioridad.  Una de ellas es nuestra salud.

 “Somos lo que comemos
Hipócrates


Aquí vamos a darte unos consejos acerca de cómo puedes cambiar tus hábitos de alimentación utilizando el sentido común y dejando de lado lo “normal” o socialmente aceptado.  No te voy a mentir; no es un camino fácil, pero sí te voy a decir que es un camino que da resultados muy positivos y que se agradecen mucho.  En cuestión de unas semanas ya se va notando la diferencia: se refleja en nuestra piel, en nuestra energía, en nuestro pelo, incluso en nuestro estado de ánimo.



Leer


El fenómeno de la “alimentación limpia” se está haciendo cada vez más grande en todo el mundo.  Muchas personas están cuestionando la forma de comer que predomina hoy en día, por lo que existen cientos de recursos que nos pueden orientar hacia unos hábitos de alimentación mucho más saludables, desde blogs hasta libros.  Algunos promotores que os recomendamos son:


  •       Ella Woodward.  Una joven británica que está siendo todo un fenómeno en el Reino Unido. En 2011, fue diagnosticada con una enfermedad llamada POTS (Síndrome de Taquicardia Postural) y, al ver que no mejoraba con el tratamiento médico que le ofrecían, decidió informarse sobre métodos naturales para curarse ella misma.  El paso más importante y fructífero que dio: cambiar su alimentación.  Tiene un blog (www.deliciouslyella.com) y ha publicado ya su segundo libro.  Es increíble lo que podemos hacer nosotros mismos por nuestra salud… ¡Echadle un vistazo!
  •       Alfonso EstudilloEs director de una web llamada www.islabahia.com , que tras doce años padeciendo una Artritis Reumatoide severa nos cuenta sus experiencias y los resultados de sus pruebas e investigaciones para curarla por medio de la única medicina efectiva: la alimentación.  Nuestra salud está mayoritariamente en nuestras manos.
  •       Hannah Frey.  Su libro, Alimentación limpia. Cocina natural, trata de ayudarnos a cambiar nuestra relación con la comida y a encontrar el equilibrio que nuestro cuerpo necesita. Para esta autora, el concepto de comida limpia consiste en lo que en realidad es una estrategia de sentido común: comer sano cocinando con ingredientes frescos y renunciando a los alimentos manufacturados industriales.


Observar

Nadie conoce mejor nuestro cuerpo que nosotros mismos.  Es importante hacer un esfuerzo para realizar un ejercicio de observación: ¿Cuáles son nuestras reacciones a la comida que ingerimos? ¿Qué sensaciones nos producen?  Siempre suele haber alguna comida que no acabamos de digerir bien o que nos produce molestias en el sistema digestivo.  A partir de ahí podemos eliminar aquello que no nos sienta bien y disfrutar de aquello que nos hace sentirnos a gusto.  ¡Come conscientemente y escucha a tu cuerpo!


Disfrutar


No somos esclavos de la comida.  Tenemos que verla como un alimento para nuestro bienestar, una fuente de energía y nutrientes que nos permite vivir con alegría nuestro día a día en ese vehículo que nos acompañará para toda la vida: nuestro cuerpo.  Quiérelo y mímalo, ¡porque cuerpo solo nos dan uno!  Disfruta de aquellas recetas que únicamente aportan salud.  Aquí os dejamos varias recetas riquísimas, nutritivas y fáciles de hacer que te encantarán:



¡Bon appetit!